Sobre Mí
Las bombillas led son un ejemplo claro de cómo la tecnología puede contribuir al cuidado del medio ambiente. Su bajo consumo energético ayuda a reducir la demanda eléctrica global, lo que implica una menor emisión de gases de efecto invernadero. Además, su larga vida útil disminuye la cantidad de residuos generados, ya que se reemplazan con mucha menor frecuencia que las bombillas convencionales. Otro aspecto importante es que las LED no contienen sustancias tóxicas como el mercurio, presente en algunas luces fluorescentes. Por tanto, son más seguras para el hogar y para el planeta. La mayoría de los modelos también son reciclables, lo que las hace una opción responsable y coherente con la tendencia de consumo sostenible. Cambiar las bombillas tradicionales por LED no solo representa un ahorro económico, sino un compromiso directo con la protección ambiental y con el uso consciente de los recursos naturales.